Oh diosa del amor por quien
Aclamo y espero; tu alma
Llena de gloria entre mortales,
Mi sombra parada en la puerta
Del templo postrado a tus
Pies sobre tu velo llameante.
Inclinado sobre tus columnatas
Caderas; en la cual soy el
Guardián de tus pasos, extiendo
Mis manos sobre tu cabellera
Aspiro el placer de ser tu
Soberano.
Tu que con tus rayos perforaste
Mi corazón de la cual es
Humillado, encadenado sobre
Tus brazos de hierro has hecho
De mi vida tu esclavo.
Pondré tu nombre muy claro;
En lo más alto de tus murallas,
Fíjate de las letras milagrosas
Que rodean el templo con las
Curiosas miradas.
Y al paso de tu carroza pura y
Fina; implorando extendidas
Mis manos suplicantes, en la
Noche más negra en la que mi
Corazón palpita tu eres la luz
De la esperanza de mi sonrisa
Brillante.
Gobierna en justicia mis tierras;
Y no me dejes morir de esta
Pasion amadora, dame de beber
De tus fuentes de vida oh diosa
Del templo a este ser que te
Implora.