Hay un libro de poemas en mi casa.
En mi cuarto se mantiene dulcemente,
Me invita con dulzura que lo lea,
Con la mayor parte de su encanto
Se conserva diariamente.
Trafica con los mejores poemas.
Y es su tema mis asuntos,
Como los hogares que son sagrados
Con sus familias,
Como una maravilla en sus páginas
Poéticas! En diferentes mundos.
Y da el amor a la persona que se atreve.
A quien por herencia pide leerlo,
Palabras que con su fragancia somete
A quien pide amor puede concederlo.
Ese libro me escogió como su compañero,
Más que mi compañero es mi amigo,
Mi consuelo y es mi consejero
Que canta en coro siempre conmigo.
Y me enseña su doctrina amorosa.
Más que su doctrina su conocimiento,
Pasar de hacia abajo, y hacia arriba
Subir con su discurso en algún momento.
Toma toda la nota de mi corazón.
Y en su escritura la escribe,
Como cuando uno encuentra,
La buena gente que apunta
Sin razón, y con amor lo dice.
Y voy leyendo en cada punto
De su encuentro.
Y espero a que el me haya hablado,
Pero el libro me habla estridente
Como puede,
Por eso deja escrito su amor marcado.