Miguel Peñafiel

EN EL PRINCIPIO ÉRAMOS MI PADRE Y YO

En el principio éramos mi padre y yo

En el principio éramos mi padre y yo
Luego fueron ustedes,
Y de la chispa que hierve el amor
Nacieron en los colores de la fuente.
 
Si ustedes vinieron al mundo por él.
Porque obedecer a la serpiente,
Porque dar sustento al pecado
Si no eres fruto de mala simiente.
 
Deja fluir su alma como poema perfecto
Y sentirás como surge de tu interior,
Peregrino amor es lo que sientes
Cuando no lo sientes en el corazón.
 
Si alguna vez miraron cómo el horizonte
Fueron imperio que se destruyó,
Nada de lo que tienes se puede tener
Si no es con la voluntad del amor.
 
Sois su herencia y vosotros sus hijos
Cielo y tierra son dos testigos,
Para qué seguir viviendo la muerte
Si podemos vivir en su paraíso.
 
Para qué seguir moviendo las manos
Si no pueden tocar las estrellas,
Para qué seguir moviendo los pies
Si no aprenden a pisar la tierra.
 
Mi padre es toda una habitación abierta
Para qué tener un corazón bajo llaves,
Deja que su amor expulse el veneno
Que no te permite llegar donde mi padre.

Reserva derecho de autor.

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