Miguel Peñafiel

EL ROBO DEL AGUAMIEL

El robo del aguamiel

Tras descender los Ángeles a la tierra con el aguamiel. Entonces el mal se presentó de amor ante la bella Gudlan, quien sostenía por legado cuidar del aguamiel. Pretendía Set, conocido como el Ángel de la envidia y la codicia, ganarse su amor como medio para robarse el recipiente dorado que llevaba dentro el aguamiel. Set no soportaba la idea de que estos Ángeles por su gran voz y talento de poeta que le otorgaba el aguamiel, sean los consentidos y favoritos de los dioses. Set no soportaba el dulce prestigio que tenían estos Ángeles, que decidió buscar la manera de robar tan dichosa agua para obtener su encanto. Conquistada con su encantador cortejo, Gudlan acepto a compartir sus cosas, hasta sus más íntimos secretos y las obras hechas por las maravillas de su reino. Tras haber permanecido por largo tiempo a su lado, Gudlan le reveló a Set donde ocultaba el aguamiel, donde espero el más mínimo descuido de Gudlan para poder extraer el recipiente de su lugar secreto donde lo tenía guardado. Aprovechándose de la inocencia de Gudlan, logró robar el aguamiel y se elevó hacia los cielos tomando la gran forma de un enorme dragón. Gudlan no se quedó atrás y sacó sus alas hermosas de Ángel y emprendió su vuelo en dirección al Reino de Aspagar en busca de ayuda. Entonces el Ángel Miguel, tomó la espada de la fuerza, quien a su vez le brindaba la fuerza infinita haciéndolo inmortal, Gudlan y el Ángel Miguel, guerrero de la lucha, juntos emprendieron en la búsqueda del aguamiel. Set que aún se encontraba lejos de llegar a su morada, se percató de que lo perseguían a gran velocidad, con la intención de forzarle a devolver el aguamiel robado. Antes de que el Ángel Miguel y la hermosa Gudlan lo alcanzarán, este a su vez se decidió a enfrentarlos, mientras desde arriba desde lo alto, los dioses observaron inquietos la pelea.

“Entonces hubo una gran batalla en el cielo:  Miguel y sus Ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus Ángeles”.

Tras lo cual el Ángel Miguel con su espada corto sus alas, y cayó en el mismo centro del fuego, el lugar donde los dioses habían preparado. Entonces al caer el enorme dragón que era Set con tanta rapidez, fue a caer sobre las aguas, derramando consigo el agua miel, donde fue dispersada por toda la tierra. Y esa fue la fuente de agua dulce que bebieron sabios y poetas, reservando la mayor parte del brebaje dentro de si mismo. Y de los muchos mortales al que favoreciera, cobraría fama mundial por sus inspirados cantos, ya que los hombres y mujeres, le deberían estos dones maravilloso a los Ángeles y Dioses. Expresando su gratitud con su entrega, a los que por nombre le dieron poesía, a tal sentimiento, dicho querer y canto.

Reserva derecho de autor.

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