Dame fuerzas, mí señor en este día
Fuerzas para ver mi clara mañana,
Soy aquel, en que mi fe mayor confía
En virtud a quien el alma levantará.
Porque para mí tu siendo fortaleza
Esa fortaleza que me ampará,
Me enseño amarte con tal gentileza
Cómo a quién? amar enseñará.
Soy amor, soy devoto de tu rebaño
Siento mi corazón a ti fortalecido,
Como un fiel seguidor de antaño
Que se mantiene a tu amor unido.
Así se fortaleció mi alma abatida,
Gracias a tí, por ser fiel a tu mandato,
Bendita el alma por tí estremecida:
Obedezco a tu palabra y a tu voz acato.
Sé mi maestro, mi señor, y mi guía...
El camino de fe, que me esta iniciando,
Le grita calla al lobo feroz enardecido
Al demonio feroz que anda hinchado.
No sin razón el viaje comprendido,
Es un juicio con razón y poderoso,
Así como en el suelo, cae el herido
Lo levantas por ser muy temeroso.