No sé, como empezar a escribir esta carta;
Estaba fría la mañana y mi tarde, y no se
Como empezar a escribirte, y a decirte lo
Mucho que te extraño, que desde aquel día
De tu partida no he vuelto hacer el mismo,
El mismo en años. Que aún están mis ojos
De llantos humedecidos recordando esos
Hermosos momentos que aún viven en mi.
Recorriendo las callejas perfumadas de tu
Aroma, tu ausencia me dejo huellas de esa
Bella inocencia profanadora. Mi luna está
Tan marchita, ya no da su luz en su velo,
Cada día se apaga con su llanto en el cielo.
Te has ido, me has dejado sólo en el deseo
De soñar eternamente contigo, y al cerrar
Mis ojos yo comprendo, lo mucho que te
Quiero. ¡Ahora me pregunto yo: a quien le
Digo te quiero! Si solo por ti mis labios, se
Acostumbraron a tus besos, y sobre mis
Caprichos de vivir, no me tienen contento,
A la sombra de la puerta, me estoy parado,
Abriendo la puerta de mi abismo para irme
Marchando con este amor y mi gran pena:
Pues mi vida sin tu cariño, solamente trae
Más dolores a mis tristezas. No me queda
Más que decirte adiós, te llevare en lo más
Profundo de mi corazón, como la única
Mujer que se llevo cruelmente este amor.