Esperaba que fueras tú quien llamara a esta hora
que como el pasado antes de ti tras la ventana
se ha vuelto una espera interminable.
Esperaba que fueras tú al otro lado
en el tiempo y lugar prestados a la nostalgia:
constante, pasajera, singular, imposible...
Tu mano dudando entre marcar y ya no hablar,
tu boca la que adiviné en un suspiro
y un largo... silencio sobre silencio.
Y aunque nos esperamos sabemos, ignoramos...
qué pensamientos ocupan nuestras noches esta noche,
qué sentimientos cubrimos en busca de otro abrigo:
el tuyo, el mío... ya entregados al recíproco olvido.
Esperaba, miento.
¡Ansiaba que fueras tú... esta noche!