Estos son mis versos. Son como son. A nadie los pedí prestados. Mientras no pude encerrar íntegras mis visiones en una forma adecuada a ellas, dejé volar mis visiones: ¡oh, cuánto áureo...

Mi amor del aire se azora; Eva es rubia, falsa es Eva: Viene una nube, y se lleva Mi amor que gime y que llora. Se lleva mi amor que llora

Señor, aún no ha caído El roble, a padecer por ti elegido… Aún suena por su fibra Rota el eco del golpe: aún tiembla… Dentro el tronco el acero, al aire…

Vedle! En la seca garganta Apagada está la nota: El brazo ya no levanta La copa de oro, que rota Por la mística muerte,

Deja ¡oh mi esposo! la labor causa… Que tus hermosas fuerzas aniquila. Y ven bajo la bóveda tranquila De nuestro lecho azul, con tu ador… Y alcé los ojos de mi libro, y vil…

Con letras de astros el horror que… En el espacio azul grabar querría En la llanura, muchedumbre:—en lo… Mientras que los de abajo andan y… Y sube olor de frutas estrujadas,

Vivir en sí, qué espanto! Salir de sí desea El hombre, que en su seno no halla… De reposar, de renovar su vida, En roerse a sí propia entretenida.…

De mi desdicha espantosa Siento, ¡oh estrellas!, que muero: Yo quiero vivir, yo quiero Ver a una mujer hermosa. El cabello, como un casco,

Cuentan que antaño,—y por si no lo… Invéntolo,—un labriego que quería Mucho a un zorzal, a quien dejaba… Surcar el aire y desafiar el vient… De cierto bravo halcón librarlo qu…

Hay un derecho Natural al amor: ¿reside acaso, Chianti, en tu áspera gota, en tu… Vino, que habla y engendra, o en l… Unión de la hermosura y el deseo?