#EscritoresCubanos #Ismaelillo
¿Flores? No quiero flores! Las de… Quisiera yo segar! Cruja, cual falda De monte roto, esta cansada veste Que me encinta y engrilla con sus…
Yo quiero salir del mundo Por la puerta natural: En un carro de hojas verdes A morir me han de llevar. No me pongan en lo oscuro
Mírame, madre, y por tu amor no ll… Si esclavo de mi edad y mis doctri… Tu mártir corazón llené de espinas… Piensa que nacen entre espinas flo…
Una mora de Trípoli tenía Una perla rosada, una gran perla: Y la echó con desdén al mar un día… —«¡Siempre la misma! ¡ya me cansa… Pocos años después, junto a la roc…
El Sol alumbra: ya en los aires m… La copa amarga: ya mis labios tiem… No de temor, que prostituye, de ir… El Universo, en las mañanas alza Medio dormido aún de un dulce sueñ…
Ayer la vi en el salón De los pintores, y ayer Detrás de aquella mujer Se me saltó el corazón. Sentada en el suelo rudo
Sé, mujer, para mí, como paloma Sin ala negra: Bajo tus alas mi existencia amparo… ¡No la ennegrezcas! Cuando tus pardos ojos, claros sen…
Este es el número de La Edad de Oro, donde se ve lo viejo y lo nuevo del mundo, y se aprende cómo las cosas de guerra y de muerte no son tan bellas como las de trabajar: ¡a saber si el ...
No sabe el sol cuando asoma Cuántas tristezas alumbra; Ni el amigo cuando pasa Callado por ¡ni vetusta Puerta,-cuánta devorante
El alfiler de Eva loca Es hecho del oro oscuro Que lo sacó un hombre puro Del corazón de una roca. Un pájaro tentador
Vuelvo a ti, pluma fiel. De la de… Más que de la ventura nace el vers… Marzo fatal sobre la tierra cruza, Marzo envidioso: corta la erizada Ala la nube que al encuentro boga
¡Oh, nave, oh pobre nave: Pusiste al cielo el rumbo, engaño… ¡Y andando por mar seco Con estrépito horrendo, diste en h… Castiga así la tierra a quien la o…
El mundo tiene más jóvenes que viejos. La mayoría de la humanidad es de jóvenes y niños. La juventud es la edad del crecimiento y del desarrollo, de la actividad y la viveza, de la imag...
Señor, aún no ha caído El roble, a padecer por ti elegido… Aún suena por su fibra Rota el eco del golpe: aún tiembla… Dentro el tronco el acero, al aire…
Cuando me vino el honor De la tierra generosa, No pensé en Balnca ni en Rosa Ni en lo grande del favor. Pensé en el pobre artillero