#EscritoresUruguayos #SigloXX #SigloXXI #1979 #Cotidianas
Ya van días y noche que pienso pob… y no puedo ni quiero apartar el re… no el subido al cajón a la tribuna con su palabra de espiral velocisi… que blindaba los pregones del pueb…
Cuando me canse de escuchar llantos de niños en la brisa cuando me canse de mirar pueblos que apenas son ceniza me iré con lluvias estrelladas
Si cuarenta mil niños sucumben dia… en el purgatorio del hambre y de l… si la tortura de los pobres cuerpo… envilece una a una a las almas y si el poder se ufana de sus cuar…
A Joaquín Manso siempre lo había conmovido la unan… gracias a ella no se había fatigad… alzaba su voz de falsete en el cor… participaba en los brindis de los…
Cuando era como vos me enseñaron l… y también las maestras bondadosas… que libertad o muerte era una redu… a quien se le ocurriria en un país donde los presidentes andaban sin…
Uno llega con sus ojos de buey con sus dedos de frente o con sus pies de plomo todo eso y además
Bueno zelmar pasaron nueve años y las bisagras del país se quejan rechinan dulcemente nadie va a preguntar
Sólo cuando el ciclón / avergonzad… de su servil escándalo de agosto / se abandona en un último jadeo las ideas se tornan macilentas penitentes / resecas / agobiadas
Montevideo quince de noviembre de mil novecientos cincuenta y cin… Montevideo era verde en mi infanci… absolutamente vrede y con travías muy señor nuestro por la presente
Nacido como todos de un deseo en la noche trivial y en la distan… de la nada de ozono transeúnte desnudo desde el vamos / aprendiz de desdicha de culpas de inocencia
Ayer pasó el pasado lentamente con su vacilación definitiva sabiéndote infeliz y a la deriva con tus dudas selladas en la frent… ayer pasó el pasado por el puente
Si a uno le dan palos de ciego la única respuesta eficaz
Quizá fue una hecatombe de esperan… un derrumbe de algún modo previsto ah pero mi tristeza sólo tuvo un s… Todas mis intuiciones se asomaron para verme sufrir
Tengo miedo de verte necesidad de verte esperanza de verte desazones de verte tengo ganas de hallarte
Hacía por lo menos veinte años que Aníbal Sastre conocía a Bernardo Giudice y Amanda Doria. Ni uno ni otra integraban el círculo más o menos estrecho de sus amigos, pero Bernardo y él h...