#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1988 #VientosDelExilio
Tus manos son mi caricia mis acordes cotidianos te quiero porque tus manos trabajan por la justicia si te quiero es porque sos
Hay los objetos consabidos otros recién llegados pero todos se mueven en su estante buscan sol igual que en otros tiempos yo también busco sol
¿Y si Dios fuera mujer? pregunta Juan sin inmutarse, vaya, vaya si Dios fuera mujer es posible que agnósticos y ateos no dijéramos no con la cabeza
En el principio era el verbo y el verbo no era dios eran las palabras frágiles transparentes y putas cada una venía con su estuche
La plaza es por ahora una mancha d… los árboles son nada más que árbol… o sea que no entran aún en la metá… el remoto mercado distribuye sus g… dispuestos a flotar sobre el vasto…
La noche fácil y aparentemente sag… o mejor dicho el abismo de la noch… no es como otros abismos tiene fondo su tálamo de niebla o relente o fa…
Qué suerte siempre iguales hermano vos y yo desde aquella alegría
Buenos Aires, 3 de agosto (AF). Los dos niños uruguayos hallados en Chile días atrás fueron raptados en Argentina en septiembre de 1976, según la Asamblea Permanente de los Derechos Hum...
Nicolás siempre había sabido los datos verdaderos de aquel personaje singular, pero el nombre de guerra era Gabriel y así había que nombrarlo. Alguna vez (de eso hacía ya un par de años...
Tu voz no quiere cantar tu voz se esconde en el llanto si pregunto tu quebranto es sólo por preguntar desde que tu pena existe
Cuando los disparates se disparan no hay quien sujete a Napoleón o a… todos tenemos una santa elena o la cicuta allá en el horizonte cuando los disparates se disparan
Mi amigo que es un poeta convocó a los poetas. Hay que escribir un poema sobre la bomba atómica
Estaba a duras penas comprendiendo y me encontré en la calle como per… los gritos y bocinas se colaban insolentes en mi áspera congoja palpé las cicatrices que dejó tu m…
Cuando el presente castigas cuando el pasado te nombra para algunos sos la sombra para nosotros Artigas
Cuando no tengas manos ni sexo ni pulmones ni mirada y con un deleznable tinguiñazo