el deseo de un ultimo beso
Con una mirada tan esquiva,
tan cortante, impenetrable,
que bastaba solo un afecto para él salir corriendo
y ella abrazar sus ausencias.
Eran fijos desafiantes, perdedores ante ese juego propuesto entre ambos,
incapaz de ser manejado por alguno,
deseo desconcertante, infalible.