Y en el candor de tu mirada,
viven mis sueños
que prenden de luz cada matina.
En el mar de mi impaciencia
se debaten tus ausencias.
De tu mano camino para ver
nacer el día,
la inocencia de tus sueños
se prende en tu límpida mirada.
Y la emoción de ver reflejada
mi silueta en tus pupilas,
cuan fulgor de un nuevo renacer
juntos,
caminamos hacia su luz,
en su silueta nos envolvemos.
María José Luque Fernández.