Empecé a escarbar entre las uniones de mis dedos del pie. Horadé la carne y llegué hasta algo blanco que parecía hueso, o cartílago. Con los pies así, salí a caminar. Al principio me do...
Todavía no he muerto, y ya me comen los bichos. Por la noche, los mosquitos. Durante el día, los parásitos, que me roban las ganas de vivir, y las redes sociales, pulgas ansiosas que pi...
Me refugio en su presencia como si fuera un lugar, y no importa el espacio que ocupemos, sé que es capaz de abarcarme y disociarme de mí. Quisiera esconder ese lugar del tiempo, que no ...
Los huesos fulgentes que alumbran la noche no rugen ni asustan ni asombran. Son parte de la vista que abarca mi ventana y son tan naturales como las sombras. Y un día no estarán, se apa...
Vamos en un avión a vivir en un lugar lejano. Después de bastantes horas de viaje, llegamos. No sé cómo vuelvo a aparecer en un pueblo como Rawson. Voy caminando, y se hace de noche. At...
Callejón de adoquín callejón a la ribera Te gustó mi jardín y te quedaste a merendar. Te llevé de paseo
Un hombrecito, el creador de hombres, encerrado en una caja y dele y dele mandar cartas para todos lados, mientras toma su fluorostato y se da con un caño. Y dele y dele mandar cartitas...
entonces me causa asco la gente, la calle me obliga a encerrarme se ahoga en basurales mi mente los perros ciegos no quieren ladra… la cama me arrebuja, nocturna,
—¿Y después usted qué hizo cuando vio que se iba a quedar definitivamente solo? —Había estado tratando de hablar con el cuervo desde hacía más de dos meses. Al principio, los cuervos no...
Pasa el tiempo, en silencio, el reloj apenas marca con constante bisbiseo los segundos y las horas que después se escondieron
Las puertas se abrieron de par en par, él entró envuelto en su pashmina, llevaba unos pantalones ajustados que se veían bastante elásticos con su paso ligero pero seguro. Le gustaba hac...
Hay un babuino que se divierte par…
Vivo en muchos lugares al mismo ti… sin darme cuenta, voy a ningún lado pero voy y nunca llego
Léntulo en claromecó Se divertía con el oleaje Pero una almeja lo picó Entre medio de los naipes Ay ay cómo le dolió
Todas las tardes de otoño son tardes de domingo. Tardes de té, de café negro, de libros gruesos, densos, interminables. Todas las tardes de otoño son del color del tabaco húmedo y tiene...