NUBES Y GUERRAS
Recogiendo lágrimas
Este poema ha de sernos útil,
viaja en su nube cabizbaja
recogiendo lágrimas
de cada rincón del mundo.
Yo no entiendo de guerras,
¿quién posee la razón?
pero distingo claramente
la inocencia del terror.
Yo no entiendo de guerras,
¿quién posee la razón?
río de lágrimas negras,
sin cauce de compasión.
Yo no entiendo de guerras,
¿quién posee la razón?
Río de lágrimas tintas
fuera de su corazón.
Dejad que este poema
llegue al kibutz de la infancia,
en sonrisa primigenia:
¡que no llore más el abuelo!
¡que no llore más el niño!
¡que no llore la madre ni el padre!
¡que no llore de inocencia el lirio!
Hoy me escudo en el cielo azul
y os dibujo en la nube lúgubre que apenas saluda.
Perdonad si escuecen sus lágrimas,
cuesta arrancar lo fúnebre que la tierra escupe.
Calles y campos de lágrimas,
¡bañaros, venid, bañaros!
despejad vuestras mejillas
de tanta metralla.
© Maria Luisa Arenzana Magaña
