Tu soledad te defiende, Te limitan tus miradas, Que yo sé que tu alma llega Adonde tu vista alcanza, Adonde llegan tus sueños,

Entre alaridos se sostiene su débil rama, entre escombros de guerra, viva en mi corazón endurecido, como una flor sencilla

Recorre el amor mi verso, baja y sube por sus hilos; el corazón que lo impulsa nunca lo deja tranquilo, que quiere vivir y late,

El alma es igual que el aire. Con la luz se hace invisible, Perdiendo su honda negrura. Sólo en las profundas noches Son visibles alma y aire.

Tanto mundo que he visto, todo el… Ahora cuando estoy solo no me bast… Para mi vida ni para mi sueño. Y sin embargo, cuando estoy contig… A flor de esa imprecisa superficie

Alzan la voz cruel quienes no vieron el paisaje, los que empujaron por el declive p… la carne ajena, quienes debieron ser almas de todo…

Mis ojos grandes, pegados al aire, son los del cielo. Miran profundos, me miran me están mirando por dentro. Yo pensativo, sin ojos,

Las sendas que me obligo A recorrer por ti, No las borra la vida, Y en vez de flores, una venda, Dura como una máscara,

Sentirse solo en medio de la vida casi es reinar, pero sentirse solo en medio del olvido, en el oscuro campo de un corazón, es estar pres… sin que siquiera una avecilla trin…

¡Qué sola estabas por dentro! Cuando me asomé a tus labios un rojo túnel de sangre, oscuro y triste, se hundía hasta el final de tu alma.

¡Qué música del tacto las caricias contigo! ¡Qué acordes tan profundos! ¡Qué escalas de ternuras, de durezas, de goces!

Tan clara que, invisible, en sí misma se esconde, como el aire o el agua, transparente y oculta; desierta no, surcada

Huyo del mal que me enoja Buscando el bien que me falta. Más que las penas que tengo, Me duelen las esperanzas. Tempestades de deseos

Hice bien en herirte, Mujer desconocida. Al abrazarte luego De distinta manera, ¡Qué verdadero amor,

Como un ala negra de aire Desprendida de hombro alto, Cuerpo de un muerto reflejo En duras tierras ahogado, La sombra quieta, tendida,