Hay una imagen de Santa Rita
en cuyo rostro muestra candores,
las mozas llevan hasta su ermita
de las montañas las frescas flores.
Las tristes viudas que llevan luto,
y las muchachas, ya casaderas,
van a dejarle como tributo
ramos de salvia de las praderas.
Dicen las gentes que es milagrosa,
que ella consuela los afligidos,
cuando una joven va a ser esposa
deja en su trono cirios prendidos.
La moza alegre, la viejecita
y los abuelos, ya centenarios,
van a buscarla dentro su ermita
para rezarle sendos rosarios.