Epistola Lunar
Luna,
Tardes como esta, en las que estoy trabajando en la computadora y tendría que estar completamente enfocada en mi trabajo. Aparece tu recuerdo, agitando mis sentires e inquietando mi concentración.
Para deshacerme del alboroto, solo conozco dos soluciones: verte o escribir. Evidentemente, la primera tiene más riesgos de salir mal. Puede que verte solo empeore la situación y el fantasma de tus caricias decida acampar en mi piel por un largo rato.
Pero escribir, nunca falla. Mis recuerdos inquietos y sensibles, se quedan en el papel y puedo continuar con mis planes de ser una persona productiva. Y al menos por un momento, mis sentimientos se materializan en un texto eterno
Que nace en tu sonrisa, florece en mi cabeza y se petrifica en una pagina en blanco.
Un beso, Lindesly.
