La noche tiene los ojos
llenos de ceniza,
porque solo cantamos
para seducir al silencio,
un monstruo desde el fondo llama,
un ángel de cuarzo,
como el rocío tenue
muere en la flor,
como en el castillo del amor
nos abandonamos,
si hay una palabra
en forma de agua,
si hay un libro de fuego
para el gran ciego,
pero mi mensaje
es la sombra de los dias,
de los sueños no soñados,
la demencia del mar es mi único horizonte,
fuimos engañados por el fruto prohibido,
encandilados por los hijos de la selva,
separados del ojo de la puerta de dios
Si hay una fusión
es con la vida y la muerte
al mismo tiempo
pero mi memoria insiste,
mi memoria fundida en tiempo,
mi cuerpo se atesora
frente al despertar sideral,
la vida canta a la muerte
para gritar
solo la vida existe
solo la vida existe
Si no soy la tristeza de algún dios condenado
o la delicada luz
mi cuerpo se abre
ante la ventana de la primavera,
me cierro en mi paisaje poético
me encierro en la continuidad de sombras y piedras,
en los pulsos vivos, en los rostros que no terminan de nacer,
mi sola sangre golpea al mundo para encantar algún camino,
mi herida herida de tiempo antiguo de prófetica ilusión
porque somos bordes,
jaulas abiertas,
ya no encuentro lo que vine a buscar,
en la hora dormida las sonrisas
empiezan a oscurecer,
la nada se impone al todo
y mi lenguaje es más memoria
que melodía.