#EscritoresColombianos
Cantaba el ruiseñor su serenata. En el nocturno piélago se hundía detrás de la imponente serranía la luna como góndola de plata. Cantaba el ruiseñor su melodía.
¿Ves ese roble que abatir no pudo ayer el huracán que asoló el monte y que finge en el monte un alto y… centinela que mira el horizonte? El rayo apenas lo agrietó; sereno
Esperaré, y en día no lejano, cuando se apiade mi contraria suer… y me depare el ósculo de muerte que ha de salvarme del contagio hu… pienso que tierra y cielo y océano
Hermosa y sana, en el pasado estío… murmuraba, en mi oído, sin espanto… —Yo quisiera morirme, amado mío; más que el mundo me gusta el campo… Y de fiebre voraz bajo el imperio,
Mil veces me engañó; más de mil ve… abrió en mi corazón sangrienta her… de los celos la copa desabrida me hizo beber hasta agotar las hec… Fue en mi vida, con todas sus dobl…
¿Has contemplado, a lo lejos, al sol que, paso a paso, va descendiendo al ocaso con su manto de reflejos, cómo por lúgubres huellas
De noche, bajo el cielo desolado, pienso en tu amor y pienso en tu a… y miro, en mi interior, deshecho e… que te alcé como a un ídolo sagrad… Al ver mi porvenir despedazado
A veces melancólico me hundo en mi noche de escombros y miseria… y caigo en un silencio tan profund… que escucho hasta el latir de mis… Más aún: oigo el paso de la vida
Una montaña de oro vi en horizonte lejano; corrí tras ella...: mi mano tendí, y era aquel tesoro un arrebol de verano.
Y me senté en el carro de la sombr… presa del más horrendo paroxismo, y comencé a rodar sobre una alfomb… formada por el cosmos del abismo. y abarqué el infinito en una sola
Cuando bajo la comba de la nave, del vasto templo, rezas con fervor… y tu oración se eleva, como un ave… del órgano al gemido vibrador, desde un rincón oscuro te contempl…
En las tardes brumosas del inviern… cuando el sol taciturno, paso a pa… va cayendo en las sombras del ocas… como envuelto en las llamas de un… abro las mustias alas y me cierno
Si porque a tus plantas ruedo como un ilota rendido, y una mirada te pido con temor, casi con miedo; si porque ante ti me quedo
Tañe Orfeo su cítara y avanza con pie seguro hacia el remoto ori… canta y su voz desbórdase en torre… de fe y amor, de vida y esperanza. Camina... y la brumosa lontananza
¡La campiña! Sobre el césped del cortijo va la… tierna, rubia, frágil, blanca; —bajo el brazo la muñeca de cartón rosada y hueca—