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¡Te estremecía mi pasión! ¡Susci… Un día, tu alma apuntó hacia mí y centrada en mí, ¡disparaba! La bala moldeó un corazón de arena… Me advirtió: «Vos no podés perder…
Amados ojos, azúl de mar, bilis os… de una estrella titulada corazón decíme—¿Por qué tardás a amar? Amados ojos, marrón de la cumbre,… sentimental que me alimentás
Nos besamos deslizándonos contra la pared Apretándonos; mordiéndonos,
Con ganchos zocándole cada pezón y tendida sobre una almohada, me ve intrépida; lista para saltar
Al moverse tintineaban las cadenas que ceñían sus muñecas contra la p… Como estaba vendada solo escuchaba… la lluvia levemente a través de la… Pasó así por más de dos horas. La…
Gozáte conmigo... Entregáte a tu cuerpo y, por favor, habitá las vibrantes sombras de tu Deseo conmigo
El baile de sus gruesos labios; tr… ¡Mi instinto! ¡Usted sonsaca mi instinto! Con el baile de sus labios que cada vez es más;
Se resuelven en Ilobasco mil relámpagos acompañados de gotas huecas como nuestras promesas, pero esta lluvia es diferente. O sea,
Mamacita, su sonrisa ilumina todas las palmeras de mi conocer y cuando mueve su cintura «sin saber»
Descubriendo estoy sus labios carn… Descubriendo estoy sus fantasías c… Con tiempo estoy descubriendo su cuerpo al ritmo de las olas del viento.
Acabo de llegar a un café en la Avenida Tennyson. Pedí un licuado de mango con guineo. ¡Qué tropical! La dramatización de mis compañeros fue buena. Shakespeare alienta mis tardes. Pero ...
La poesía desnuda el alma. Sabrosa y provechosa goteás. Así, parece que el tiempo no pasa. ¡Ay mamacita parrandera cómo me quitás el sueño!
A medio otoño, casi del olvido volviendo con la rosa del verano; el mar del corazón bajo tu mano y el camino de ayer para el oído..… «Casa sobre tu pecho», Claudia La…
Estoy harto de escuchar sonar las mismas canciones en la radio. Y no, no quiero que me mandés tu guayaba peludita ahora. Y aunque te escribo
Sorbo su soberbio placer, si desnudarla quiero. No me hace falta ver cómo se revuelve de amor placentero.