Si aquel que a Grecia hizo tan famosa
y de Troya cantó en verso sonoro,
la guerra con los griegos espantosa,
el duro incendio y el funesto lloro;
o el otro, cuya mano artificiosa
sus amores pintó con el decoro
que a la hermosa Laura se debía
y al verdadero amor que le tenía;
o el que de Eneas el destierro y males,
el ardid, la piedad y el sufrimiento
encareció con versos inmortales
y más que humana forma de talento;
o esotro, que en materias desiguales,
igualmente subió el entendimiento,
y en un jardín de flores abundoso,
nos introdujo a Orlando el Furïoso;
o el cordobés poeta castellano,
y intitulado así por excelencia
que compuso en estilo sobrehumano,
guïado por divina providencia;
o el celebrado ingenio de Lucano,
que escribió la farsalia competencia
en son tan dulce que de gente en gente
volará su memoria eternamente...