Te siento
como el pulso en mí del Universo,
como un latido de átomos y estrellas,
como una llamada ancestral a la Unidad
que me recorre de los pies a la cabeza.
A veces tengo miedo a vivir en ese estado
que se me anuncia en la oscuridad
que hace posible
el leve cintilar de las estrellas.
Lo bello fulgura gracias a lo oscuro.
Ahora sé por qué te escondes en la noche.