#EscritoresEspañoles
Sé que mi corazón alguna tarde recordará estas aguas quietísimas del Mar de Mármara y este liviano encantamiento azul del cielo que las sueña. Sé muy bi…
En las noches lascivas, amables, s… nos miran desde el lecho vibrantes… desde el lecho que ha sido la gónd… donde el amor dejaba sus rosas esc… En las noches lascivas nos miran i…
Soñando va la tarde en su divisa y azul la vida marcha hacia el oca… (Acuden siempre pájaros los jueves… Dolor, es un decir, no siento much… ni nada que al dolor se le asemeje…
Raki al atardecer, turbio en el vaso. El cafetín humea y las narghiles dispersan por el aire
Asisto al despertar del nuevo día en las hermosas playas de Kovalam. Saludan a mis ojos las palmeras agitando sus ramas solemnes como b… y el mar, el Mar de Arabia, con s…
Desde el Bazar Egipcio se expande por el aire una oleada de esencias. El humo primitivo de los hogares adormece a la tarde… que huele a mar y a profecía.
Del mar, en los adentros, donde las aguas refulgentes, aún c… espejean por el astro más bello qu… vide aquella barcaza donde los dos… y cómo discurría lentamente.
Si el tiempo me persigue me ocultaré en el mar, regazo inmenso que me envuelva lejos de las orillas. Allí,
Aquí aguardo sentado cerca del sol, sin prisa, contra el muro de luz que es parte de mi casa. Aguardo a que termine
He mirado tu desnudo flotar en las tranquilas aguas de mi esta… Corres hacia la flor, hacia la nub… de un paraíso y brilla tu desnudo,… que ha dorado en la sien el humo d…
Hay versos que guardaron la nostal… de hermosos cuerpos que abracé otr… y que aún avivan la memoria, inerm… de muchos besos y de algunos nombr… En otros aún resuenan las semillas…
Es la hora del regreso: el camino que verde desafiaba a la… habrás de desandar en esta hora no… Te alumbrarán las débiles luciérna… y las cumbres lejanas vigilarán tu…
Cómo se trenza el amor en las tard… mientras todo sucede sin vértigo y… cumple asilo de formas y de imágen… Cómo se trenza y cómo no desvía su… el sueño pende. Los labios se han…
Yo noté que apretabas, Florinda,… que tus manos me hacían resbalar h… que tu poma dulcísima me estallaba… y tus brazos me alzaban para siemp… Yo noté que rondaba tu manzana red…