Dice don Martin Garata, Persona de alto rango, Que le gusta mucho el mango Porque es una fruta grata. Pero treparse en la mata

Como hoy la preocupación A más de una gente abruma, Emplearé mi débil pluma Para darle una lección; Pues esto en nuestra Nación

El Pobre de Ñico el loco Es un infeliz idiota, Que solamente se bota Cuando lo cuquean un poco. Ni le hace daño tampoco

Caramba! quiero casarme, Aunque mi mamá lo sienta; Porque paso de los treinta Y yo no quiero quedarme; Yo estoy ya por colocarme

Siento mucho relatar lo que al fin relato hoy, porque ya dirán que soy amigo de exagerar; Y el que me ha de murmurar

Hoy también contar me toca Otro caso parecido, Al del hijo maldecido En un campo allá de Moca. Que por una cosa poca

Unidos los santiagueros Con un grupo de mocanos Valientes como espartanos Y rabudos espueleros, A los bolos majaderos

Para dar conocimiento Al público en general, De lo que el Gobierno actual Practica por el momento, Como asuntos de fomento,

Ha llegado a la Estación Del Ferrocarril Central, Un chivo fenomenal Que ha causado admiración. Es un chivato motón

Ya que el público lo manda Diremos por la presente, Que el día siete del corriente Por la noche, en Otra Banda De pilluelos una tanda

Con toda satisfacción Damos hoy publicidad Que ya la tranquilidad Reina en toda la Nación; Pues la cruel revolución

Como cantor nacional Yo no puedo prescindir, De marchar o de seguir A La opinión ‘general. Por eso es muy natural

Ocurrido en dicho lugar en la noche del día de Santa Rosa El día de Santa Rosa Gran pleito en la Pontezuela, Dos muertos y dos heridos

El caso que resultó En la Iglesia de Altagracia, Aunque falto soy de gracia A contarlo vengo yo. Tal cual como lo contó

Mi vida, mi corazón, Te quiero, porque te quiero, Si no te quisiera tanto No te llamara mi cielo. En el mundo yo lo sé