#Españoles
Quisiera un canto que hiciera estallar en cien palab… la palabra intocable. Un canto. Mas nunca la palabra como ídolo ob…
Cruzo un desierto y su secreta desolación sin nombre. El corazón tiene la sequedad de la piedra y los estallidos nocturnos
Soledad, sí pero tú nunca. Ausencia, pero tú nunca: inmóvil luz sin término
Al amanecer, cuando la dureza del día es aún ex… vuelvo a encontrarte en la precisa… desde la que la noche retrocede. Reconozco tu oscura transparencia,
Estás oscura en tu concavidad y en tu secreta sombra contenida, inscrita en ti. Acaricié tu sangre. Me entraste al fondo de tu noche e…
Cuando ya no nos queda nada, el vacío de no quedar podría ser al cabo inútil y perfec…
Cómo se abría el cuerpo del amor h… como si fuera un pájaro de fuego que entre las manos ciegas se ince… No supe el límite. Las aguas
Toda la noche me alumbres redonda en el silencio. Toda la noche, luna, alúmbresme en el cielo. Toda la noche me alumbres,
Aquel vientre era para ser observa… pues bajo el cristal cada pequeño… cada rugosidad se hacía multiplicado labio. El amor, demasiado brutal,
Hablaba de prisa. Hablaba sin oír ni ver ni hablar. Hablaba como el que huye, emboscado de pronto entre falsos f… de simpatía e irrealidad.
El cuerpo del amor se vuelve transparente, usado como fuera por las manos. Tiene capas de tiempo y húmedos, demorados depósitos de luz. Su espejo es la memoria donde ardía. Venir a ti...
Se fue en el viento, volvió en el aire. Le abrí en mi casa la puerta grande. Se fue en el viento.
Debo morir. Y sin embargo, nada muere, porque nada tiene fe suficiente para poder morir. No muere el día,
Empuja el corazón, quiébralo, ciégalo, hasta que nazca en él el poderoso vacío de lo que nunca podrás nombrar.
Estabas desleída en la dulzura de los secretos jugos de tu cuerpo y te llevaba el agua como a una larga cabellera verde engendrada en los limas