Montones de supervivientes
Miran el mundo delos vivos,
Que con sus barcos y sus puentes
Intentan servirles de estribos.
Después de aflicción y trabajo,
—La vida más corta fue larga—
cayeron mucho más abajo.
Sólo errores son ya su carga.
Los muertos añoran la tierra
De los hombres nunca divinos,
Y sufren, sufren. ¿Se les cierra
La salida a humanos destinos?
Ese fuego no será eterno.
También el verdugo se cansa,
Y está sumiso a buen gobierno.
Eternidad con Dios es mansa.
Mientras montones de difuntos
Tienden a los vivos las manos,
Las memorias. ¡Ah, todos juntos,
Y humanos, humanos, humanos!