#EscritoresPeruanos
Penetro tu cuerpo tu cuerpo De carne penetro me hundo Entre tu lengua y tu mirada pura Primero con mis ojos Con mi corazón con mis labios
Habitaciones dolientes de esta cas… Cuyas puertas se abren con sed a l… Hay en ellas una madre y una espos… Cuya permanencia en el polvo es co… Plato de frijoles, una nube o una…
Completamente azul y despeinado El corazón y la cabeza entre las n… Heme sin mejilla y sin mirada Con un rayo de luna en el bolsillo Para vivir
Desdicha es del presuroso ciervo,… A sus gloriosas astas confinado, El aire que en fruición, lejos del… Es como fruta que el vuelo ha devo… Raudo descendido con azul cuidado,
¿Qué libros son éstos, Señor, en… Estrelladas pasan por el cielo y n… Verdes, inmemorables, en el humus… Han acercado una oración a nuestro… O han callado tan sólo en sus somb…
La masturbación es un caballo blan… Galopando entre el jardín Y el baño de mi casa La masturbación se aprende Mirando y mirando la luna
En el sombrero de fieltro de Beuy… Hay un conejo asustado Que se llama vida Hay una flor de margarina Dos o tres gotas de sangre humana
Encerrado en tu sombra, en tu sant… Con el agua en las rodillas, te pr… ¿Es el peso del manzano, clavetead… Sobre mi corazón oscuro, o eres tú… Fugitiva de las horas, novia mía e…
Después de todo lo que he visto En la vida sigo creyendo Que no hay nada más sencillo Ni más bello Que una botella de vino
Me gustan los pájaros blancos Me gusta el azúcar la nieve Y la sal de la vida. Me gustan Las noches blancas y la blancura De la luna. Me gusta la leche
Si alguna vez confundes Tu corazón con tu sexo y tu sexo Con un saxofón que llora En una calle oscura O si derramas amor a manos llenas
Amo los objetos y las personas cla… La redondez de la esfera Y la perfección de la escuadra Amo los árboles verdes Y las manzanas roja
Madre nuestra que estás en la aren… Y en el aire del desierto Tú que modelas nuestra vida Y nuestra muerte con la arcilla Y con el fuego de los siglos
Un cigarrillo y tus dos ojos y los días y las noches sin cesar fumando el mismo cigarrillo igual a cualquier otro o al mismo de ayer
Hay una estatua en Florencia Que nadie conoce Pero que me ofrece Todo el mármol de su cuerpo Y su sonrisa cansada