Abrieras, joven, criptas de estío, soledoso,
Alas de panteón aquí posadas, ojo de buitre,
Ojo normando que me miras, tristemente,
Viendo que me estás amando, ojo, ojo, ojo,
Ojo de bosque ¿qué buscas en mis ojos –te diría–
Joven soledoso, permanente y puro?
(Firme linterna el muro parte y sierpes
Del cielo allí encerrado, y dentelladas
De brumosa flora abren tu yelmo o sumen
Tu calavera en mí, a golpes tristes, duros.)
¿No es esto puro, siniestro helecho, ogro dorado?
¿No es esto claro, ciénaga negra, sereno cielo?
No hay nadie vivo ni yo respiro –te diría–
Mis manos buscan un rostro, una alegría.