#EscritoresPeruanos
La paz de Octavio Era esa luz azul Que llevaba en la solapa Y que le permitía ver el revés De las cosas. Gracias a ella
Lo que quiero decir Es que no tengo nada que decir Que todo lo que digo Lo digo solamente Solamente lo digo
Escribo algo algo todavía algo más aún añado palabras pájaros hojas secas viento
Cerebro de la noche, ojo dorado De cascabel que tiemblas en el pin… Yo soy el que llora y escribe en e… Palomas y níveas gradas húndense e… Y ante mi cabeza de sangre pensand…
La poesía es para Martha Un avión amarillo Con el que sale volando A cada instante. Es allí que escr… Siempre entre las nubes
Cuando el momento llega y llega Cada día el momento de sentarse hu… A defecar y una parte inútil de no… Vuelve a la tierra Todo parece más sencillo y más cer…
Respira Tàpies Tras el muro No hay cemento puro Ni caja de cartón que encierre Su mirada. No hay ventana abierta
Sé perfectamente que mi casa Es una estrella Que se llama vida Y que esa estrella es la tierra Y que después tendre otra casa
Escucho su muerte resonante ¡oh mo… Como glauca música, y mi respeto e… Y oscuro como la oruga ante el sol… Yo soy el desdichado aceite que re… En una grieta de la tierra.
A pesar de todo lo vivido Y lo soñado mi única corona Es mi pobreza Y mi sangre púrpura y cansada Mi único manto en la vida
Aura suprema, besa mi garganta hel… Confiéreme la gracia de la vida, d… El suplicio de la sangre, la majes… De la nube. Que en cada gota del… Haya tristeza, sombra y amor. ¡Oh…
Sigo llenando papeles Como si fueran hojas secas Sigo escribiendo del cielo Sin comprender la tierra Y de la tierra
Nacemos desnudos completamente sol… Y ensangrentados. Lloramos Porque sabemos que somos gusanos Vemos crecer nuestros huesos Y nuestros sollozos
Éste que veo, cielo, y no otro, ll… De arrebolados astros, de mármoles… Cuyas astas son todo lo que hay co… ¡Oh la gran llama azul del cielo y… Y la noche que se agita de ciervos…
Escribo orejas solamente orejas No sé por qué pero no escribo uñas Ni corazón ni pestañas No sé si escribo o si tan sólo res… Ya no distingo entre el invierno