Hay días en qué parece que hay una esperanza remota, de que todo puede ser mejor, las lágrimas de felicidad
Veo miles de ojos que me miran con desagrado, con morbo, con deseo,
El corazón como la cosa más frágil que puede existir, se sale del pecho confundido
La complicidad se manifiesta en pequeños gestos, sonrisas, miradas, coger de la mano
Los recuerdos llegan como una ráfaga que aunque no dura mucho parece eterna, y uno incrédulo
Nos hicieron creer toda la vida, que el que más corre, el que tiene más afán, la persona que vive su vida con mil pendientes,
Y la muerte llega así, como si nos conociera de toda la vida, y pensará que por eso tiene derecho a quitarla.
Me alejé del caos y aún en completo silencio seguía habiendo ruido, entonces comprendí que el desorden provenía
Pongo en arriendo mi mente, o la vendo, o la regalo, para que no me
Creo que mi camino tiene muchos afluentes, y todo lo que hace parte de estas aguas,
Ojalá por una vez deje de sentir que es difícil quererme. Sé que me compongo de silencios largos,
Explorar lo absurdo de nuestro ser… sin ningún sentido más que el de saberse incorrectamente humano.
En días como hoy dónde me pesan las angustias, me sobrepasa el ruido, se me resbalan las ideas, haber construido formas de
No quiero pensar en lo que pensaba hace un tiempo, si lo hiciera, ni me reconocería en las ideas. La carga histórica y
Me siento en las sombras, constantemente, por eso busco siempre el sol, pero cuando voy tras de el