Entre el río y el mar se contienen todos mis sentires.
La complicidad se manifiesta en pequeños gestos, sonrisas, miradas, coger de la mano
Viene la intuición, los recuerdos, los sentires a decirme que tal vez, este,
Veo miles de ojos que me miran con desagrado, con morbo, con deseo,
Oye, ven, te cuento que yo te ví, entre los miedos ocultos qué no se dejan ver,
Este país que me roba los sueños de frente, a veces parece que me los quiere devolver pero siempre me los quita; está ciudad me ha enseñado del caos pero también de la calma, de putrefa...
Los recuerdos llegan como una ráfaga que aunque no dura mucho parece eterna, y uno incrédulo
He arrastrado mis pasos hacia el dolor, he pateado corazones que luego me tocó remendar
En días como hoy dónde me pesan las angustias, me sobrepasa el ruido, se me resbalan las ideas, haber construido formas de
El primer beso, la primera lágrima, la última palabra, los casi pero no. El adiós.
—Uy cuchita, sabe qué me llamaron… —Mijito lo voy a extrañar,!Vaya c… Suena el teléfono. —Cuchita nos trajeron al monte y… —Mijito, acá lo estoy esperando pa…
No soy lo que hicieron de mí. Ni el corazón roto. Ni las lágrimas. Ni las heridas. Ni las cicatrices.
Para una persona que odia el mundo, conmoverse es muy fácil, ví hoy, por ejemplo, un nido de colibrí en medio del peor lugar del mundo, no digo peor porque sea feo, horrible, asqueroso,...
En ocasiones mis acciones se sienten cómo desaciertos, mis palabras cómo fuego,
Hay días en qué parece que hay una esperanza remota, de que todo puede ser mejor, las lágrimas de felicidad