Candorosa virtud meció su cuna,
Fiole Clío su pincel sagrado;
Su espada Temis. Contrastó indignado
Al sangriento poder y la fortuna.
Siempre fue libre. De su frente pura
El ceño augusto fatigó al tirano.
Cuya cobarde y vengativa mano
Vertió en su vida cáliz de amargura.
Humanidad fue su ídolo. Piadoso
Le hallaron el opreso, el desvalido:
Fue hijo tierno, patriota esclarecido,
Buen amigo, buen padre y buen esposo.
Hombres que de ser libres hacéis gloria,
Él adoraba en vuestro altar augusto:
El polvo respetad de un hombre justo
Y una lagrima dad a su memoria.