Partirás, Analís, como todos en algún momento: el rojo de mis sueños y tus pasiones se perderá en el infinito desierto… No volverás a ser la misma amarill…
Por qué no la emoción, la mansa herida; en qué tibios dolores se amanece al vagabundo fuego que de cerca ex… pero da luz al lignario pulso
en el camino del Cigarro conocí al… en el camino, fumado por el Dios… conocí a alguien allá a lo lejos,… sin conocerme: y la sombra entre l… proponía la muerte de humo, la mue…
Lees y relees aquel poema de palabras tan generales y, a la vez, exactas. Lees con tus ojos, con el designio natural que a la poesía uno otorga. Increíble, pero las palabras se empiezan...
Está Analís medio-dormida, se sirve en la cafetera de la noch… aquello amargo de los sueños: se caen de su casa algunos objetos… no pueden detenerse, empezaron en…
Hay, acaso, alguna forma alguna manera de no decir tanto de quebrar muros y limites sin el deseo de la palabra
Tú, el que me lee ahora, eres un m… te retuerces como lombriz en la os… es tu paso ciego un tunel y un agu… pero en el sueño de la lluvia sale… eres cenizas en el corazón de un f…
—¿Hay algo en mí que no termina? —No en ti...
Aprender tu sonrisa me abrió un mundo de idiomas felic…
Me he estado muriendo hasta hoy.
En las palabras aún no escritas se desenvuelven mis sentimientos prisioneros.
La amé—para qué escribir lo que ya… La amé y es triste, fue triste; duele que haya dolido, duele que ya no duela; pues el dolor que se extiende sin…
Mi burbuja de alma quieta en esta sangre de carne.
La ciudad se hallaba bajo el peso… Entre todas las infinitas casas, e… Dos personas comenzaban a beber un… La otra persona, de pelo corto, co… como sus oidos, se confundían en e…
En el bronce de tu cuerpo la mano artista que, aunque acaric… moldea.