Cuando la mente divaga
se abren portales.
En los que, sin darme cuenta,
me quiero quedar.
Vos hablame,
que yo te escucho,
dentro de mi sinceridad.
Y aunque aquí permanezco,
hay algo un poco más allá,
que me invita a irme un instante.
Cuando mi mente divaga
cosas hermosas suceden dentro mío.
Modifican mi presente
y me nutro de mucho más amor y perseverancia.
De entendimiento y menos juicios.
Y de abrazos (un montón).
Es como hablar con Dios,
bañarme de su luz...
y volver a mi presente.
Gabi, Gabi... dónde estas?
_ Esperame un ratito, que ya vuelvo.