Con tu permiso
Rojos se muestran tus labios,
Y tus ojos me miran a mí.
Me invitan a apagar las llamas
Que se encendieron dentro de mí.
Son tus ojos mortales divinos
Dos luces que pueden herir,
Son por ellos que me muestro sumiso
A lo que pidas y quieras de mí.
No sé si tomarte o tocarte siquiera,
No sé si mis labios quieras en ti.
Si por besarte pecar debería.
Entonces muero o peco por ti.
Con tu permiso separo tu boca
Tu aliento saboreo en mí,
Son mis ganas las que más te sofocan
Son mis manos que no te dejaran ir.