(1936)
#EscritoresMexicanos
Chinito, sería feliz con las cosas de tu país: prenden farolitos, comen con palitos, tienen chata la nariz.
Afuera de su cabaña, ya casi al amanecer, una negrita pequeña tenía el capricho de ver, de ver brillar en el cielo
Los enanos se marcharon todos a nadar, en el lago fresco y claro van a chapotear. Y saltando dan de gritos
Caminito de la escuela, apurándose a llegar, con sus libros bajo el brazo, va todo el reino animal. El ratón con espejuelos.
Era un chivo en bicicleta sin saber andar. Contra la banqueta el manubrio fue a clavar. “¡Que se cae, que se cae,
En lo alto de la sierra en el jacal de carboneros cuando era media noche y temblaban los luceros, a la vida vino un niño
Abuelito... (¡Voy! ¡voy!) Ven a contarme algún cuento de esos mil que tú te sabes y que trate de misterio o de amor.
Salta que te salta por el bosque, iba Doña Ardilla con una sombrilla azul, entre la fragancia de los pinos y el perfume de eucaliptos y abedu…
La casa blanca de techo rojo, un árbol verde, el cielo azul y remolinos color de ocre con los que juega el viento sur. Bajo la sombra, dulces violetas;
Un perrito, una zorra, un ratón, y ya son tres. Qué curioso, qué bonito, todos tienen cuatro pies. Pero al rato vino un pato
Hay un castillo en las nubes, ¡te juro!, de belleza tal que nunca igual pudo haber más puro.
Un barquito de cáscara de nuez adornado con velas de papel se hizo hoy a la mar para lejos llevar gotitas doradas de miel.
Con su garrote, con su morral, viene un conejo por el trigal. Animalejo, ven hacia acá, ¡hola, conejo! ¿cómo te va? Conejito, ¿Cómo te llamas
Hoy pasó un chivo arrastrando un carricoche que sonaba al viajar. En sus cuatro ruedas, un derroche de campanas
Hubo un Rey en un castillo con murallas de membrillo, con sus patios de almendrita, y sus torres de turrón. Era el Rey de Chocolate