5. La llamada que no hice
Hoy estuve a punto
de llamarte
sin razón,
sin excusa.
Sólo para escucharte decir “hola”.
Pero no lo hice.
Porque no quiero romper
el frágil orden
que todavía nos protege.
A veces
el amor más sincero
es el que se calla a tiempo.
O eso me digo,
para no marcar tu número
cada noche.