#EscritoresCubanos
Nada entiendo, Señor, di lo que h… Virgen es todo acto, el más impuro… Yo no puedo llegar a esos oscuros ángeles que he engendrado y que he… Acto, reminiscencia de lo puro,
Una cara, un rumor, un fiel instan… Una cara, un rumor, un fiel instan… ensordecen de pronto lo que miro y por primera vez entonces vivo el tiempo que ha quedado ya distan…
Ah, sabias cucharas, tenedores de madera, nobles jarros… aprenda vuestras texturas, vuestras fieles y viejas amistades con el fuego de la tarde
Simpatizando con los oros gastados de la tarde, después del ruido de la fábrica, del ring voceante, de la extraña persecución intermin…
Toma mi mano, hazme sentir que estás cerca en la novedad de esta hora en que mi mano es nueva en tu mano… y es mi mano porque tú la tomas
Es una trattoria de callecita apartada en nuestra primera noche de Roma. Barre el portal un niño de Amicis.
Cómo ha cambiado el tiempo aquella… mirada inteligente que una extraña ternura, como un sol, desdibujaba! La música de lo posible rodeaba tu… como un ladrón el tiempo llevó sól…
Quiero escribir con el silencio vi… Quiero decir lo que la mano dice. Porque tú lees mejor el texto vivo y el alma, en su guerrear callado,… A veces la ola blanca da en la roc…
Poesía ¿tú qué sabes de nosotros? Poema de la infancia ¿qué andas tú… A veces es el mago pobre el que sa… un parque suntuoso, otras un testi… que no estuvo en la fiesta el que…
Sosteniendo las copas invisibles, familiarmente, eternamente juntos en el lecho de la fecundación y de la muerte,
Y lo real es lo que aún no ha sido… Toda apariencia es una misteriosa aparición. En la rama de otoño no acaba el fruto sino en la velad… promesa de ser siempre que su inta…
¿De qué silencio eres tú silencio? ¿De qué voz, qué clamor, qué quién… Abismo del azul, ¿qué hacemos en t… hijos de la palabra como somos? ¿Qué tienes tú que ver, di, con no…
Tú solo, bello niño, puedes entrar… Yo entro a ciertos verdes, ciertas… Tú solo, bello niño, puedes llevar… ausente del difunto, distraída y r… La ropa dibujada, el sombrero del…
¿Qué caprichosa y exquisita mano trazó, eligió ese gesto perdurable… lo sacó de su nada, como un dios, para alumbrar por siempre otra ale… ¿Participabas tú del dar eterno
Ay, es como una luna, esos delgados miembros sostenidos por la madre, ahora poderosa, más allá del dolor. La mano sosteniéndolo la arruga