La debilidad de admitir no ser nada contigo
“la vida real, la más verdadera y más profunda está hecha de estas pequeñas banalidades”
- La ridícula idea de no volver a verte
Sí no me eliges a mí, si no me quieres a mí, si no me piensas a mí, no me obligues a tragarme la saliva seca.
Porque la debilidad que en mí genera admitir no ser nada contigo, me embarga en la puta envidia y condena a masticar migajas de celos, silencio y rabia.
Sé que no deseas generarme algún daño, pero a menudo lo haces y te arrepientes y me lloras; me reclamas permanencia.
Pero la debilidad que en mi genera, admitir que no soy para ti, ni la mitad de lo que tú para mí, me quiebra.