Muerto se quedó en la calle con un puñal en el pecho. No lo conocía nadie. ¡Cómo temblaba el farol! Madre.

Cantan las siete doncellas. (Sobre el cielo un arco de ejemplos de ocaso.) Alma con siete voces

Lo llevan puesto en mi sábana mis adelfas y mi palma. Día veintisiete de agosto con un cuchillito de oro. La cruz. ¡Y vamos andando!

(Quizá fue por no saberte la Geom… El jovencito se olvidaba. Eran las diez de la mañana. Su corazón se iba llenando de alas rotas y flores de trapo.

Yo quiero que el agua se quede sin… Yo quiero que el viento se quede s… Quiero que la noche se quede sin o… y mi corazón sin la flor del oro. Que los bueyes hablen con las gran…

Se ven desde las barandas, por el monte, monte, monte, mulos y sombras de mulos cargados de girasoles. Sus ojos en las umbrías

No duerme nadie por el cielo. Nad… No duerme nadie. Las criaturas de la luna huelen y… Vendrán las iguanas vivas a morder… y el que huye con el corazón roto…

¡Alto pinar! Cuatro palomas por el aire van. Cuatro palomas vuelan y tornan. Llevan heridas

Duérmete, niñito mío, que tu madre no está en casa; que se la llevó la Virgen de compañera a su casa.

Dulce chopo, Dulce chopo, Te has puesto De oro. Ayer estabas verde,

Hacia Roma caminan dos pelegrinos, a que los case el Papa, mamita, porque son primos,

Así te vi La joven muerta en la concha de la cama, desnuda de flor y brisa surgía en la luz perenne.