Mitad diosa, mitad piedra.
Un ángel negro, de corazón muerto.
Rodeada de soledades paranoicas
e imaginerías surrealistas.
Te recuerdo
en mi pasado.
Oscuro placer
de ojos verdes y risa psicótica
que resuena en mi inconsciente
como una campanilla
pequeña y excitante.
¿Dónde estarás?
¡Te extraño!
Quisiera retroceder el tiempo.
Ahora entiendo.
No fue tan malo
pero tu maduraste
y yo vivo en el pasado.
El amor es como la muerte
que se compone de las pequeñas muertes que son los abrazos.
¿Y sabes?
Quisiera morir con vos...
Fabián Correa.