Óyeme esta canción que en mí te no… carne para la fruta necesaria. Cuando la soledad bajo tu nombre oída y apretada, Cuando yo era como niño enterrado
Altas proposiciones de lo estéril por cuyo rastro voy sangrando a me… y buscándome, palpándome, por detrás de la rosa edificada,
La Dama de Bronce tenía el cuerpo afilado y hambriento; tenía desnuda la mirada. ¡Cúbrela, Dama de Bronce!
Porque en España ardía la voz, Ardía el vientre floral de la muje… encinta con el mundo, Ardía la arteria triste desnuda Ardía el humus conciso de los homb…
Al borde de alegres segadores tiem… y ofrece para el orden del labio c… dulce rumbo crecido de preñadas ma… y agraria transparencia, dulcement… El trigo coronado de apretada espe…
Ahora estoy en esta ciudad peligrosamente armada de riesgo y llenos de accidentes la voz, el traje claro, el pulso de amor.
Tu mano en que desdoblan ruiseñore… su pálido desnudo, su ancho pecho de musgo coronado, es mano que abre al viento reclina… claro jazmín entre la sien oscura.
Lo sigo, lo precedo en la voz porque tengo, como el humo en despoblado, vocación de acuarela.
Estoy sola, muy sola, entre mi cintura y mi vestido, sola entre mi voz entera, con una carga de ángeles menudos
Tal como flor que sale y es cortada, Con la piel por donde huye la risa de los niños, Y llena hasta los muslos
Aprisionada en cárceles de espuma, en la medida de tu cuerpo, no veo pasar la noche, sólo veo el día que entra por tus axilas transpare…
Asomada a mi pecho tatuada en él como la edad y el daño. Como una suave grey de colinas cuyo rumbo retorna con el alba,
¿Te acuerdas, Louis Armstrong, del día en que viajamos por un cor… que amábamos hasta la muerte? ¿Recuerdas la onomatopeya que no s… y que nos dio un trono de un solo…
Si pudiera abrir mi gruesa flor para ver su geografía íntima, su dulce orografía de gruesa flor: si pudiera saltar desde los ojos para verme, abierta al sol,
Oh don, oh don de sí, tu pelo, albo discurso, designio azul, futuro de jacinto.