Deja tu destino para el último momento
y celebra cada instante incierto de la vida
como si fuera el último y el único de todos los instantes.
Ser sabio no es un peso ni una ventaja.
La sabiduría es la obra de una coherencia,
sin duda porque estás ocupado fluyendo con los astros.
La sabiduría es una empresa de fraternidad con el rocío.
Respeta el orden que te constituye.