Voces de los árboles, poesía en defensa,
de la foresta y especies en peligro,
una llamada al alma, una advertencia,
que se escapa de cada tronco amigo.
Con sus ramas extendidas al cielo,
y sus hojas de verde intenso,
los árboles hablan con desvelo,
de un futuro incierto y tenso.
Sus raíces se aferran a la tierra,
como un abrazo fuerte y fiel,
sintiendo el peligro que se acerca,
y luchando por sobrevivir en él.
Son testigos mudos de la destrucción,
de la mano del hombre sin conciencia,
que en su afán de progreso y producción,
ignora su importancia y presencia.
Pero en cada susurro del viento,
y en cada canto de los pájaros,
se escucha el eco de su lamento,
por los bosques que se vuelven desiertos.
¡Oh, árboles sagrados y valientes!,
guardianes de la vida en la naturaleza,
vuestra belleza y esencia, siempre presente,
una lección de amor y pureza.
En vuestras ramas habitan tantas criaturas,
que hoy están en peligro de extinción,
vuestra protección es su única cura,
y vuestra defensa, su única razón.
Por eso, en esta poesía os alzo mi voz,
para unirme a vuestro clamor,
hasta que en cada corazón, se sienta la voz,
de los árboles, símbolos de amor.
Voces de los árboles, poesía en acción,
en defensa de la foresta y sus seres,
que resuena en cada verso y canción,
para salvar lo que aún podemos proteger.
Que este canto llegue a todo el mundo,
y que en cada alma despierte,
el amor por la naturaleza y lo profundo,
que hay en cada árbol y suerte.
Porque su destino está en nuestras manos,
y es nuestra responsabilidad,
protegerlos y cuidarlos como hermanos,
para que su voz siga siendo una realidad.
Voces de los árboles, poesía en defensa,
de la foresta y especies en peligro,
un grito de amor y resistencia,
por un futuro en el que todos podamos vivir en armonía.