Te amo y te deseo lo suficiente,
como las estrellas al firmamento,
como el río al mar, en su movimiento,
como la flor al sol, en su ausencia.
No hay distancia, ni ausencia, ni presencia,
que pueda borrar mi sentimiento,
ni el viento fuerte, ni el tiempo lento,
podrán apagar mi constante espera.
Te amo y te deseo lo suficiente,
como el pájaro a su libertad,
como el árbol a su frondosidad,
como el niño a su inocente aliento.