Si me buscas, búscame toda,
con mis días de sol y de sombra,
con mis sueños que flotan al viento
y mis miedos que a veces se asoman.
No me partas en mitades frías,
ni elijas solo lo que te brilla.
Soy un mar de aguas profundas
y un cielo que se torna en llovizna.
Si me encuentras, acéptame entera,
con mis risas y con mi tristeza,
con el canto de mi alma serena
y el susurro de mi voz sincera.
No me quieras por partes pequeñas,
ámame como un todo, sin reservas,
pues soy la suma de mis quimeras
y el eco de mis noches eternas.