Después de la tormenta y la disputa,
donde las palabras fueron lanzas,
encontramos la calma que disfruta,
volver a unir nuestras esperanzas.
El rencor se disipa en un abrazo,
y las lágrimas se vuelven risa,
el amor es un lazo que alzo,
hacia el cielo que la paz divisa.
Nuestras manos se buscan con ternura,
los corazones laten en compás,
y el dolor se convierte en dulzura.
En la reconciliación se halla la vía,
de un amor que renace más fuerte,
y la dicha se derrocha en poesía!