En cada letra escrita, un hierro endurecido,
la guerra en mis palabras resuena en su prisión,
y el verso, como tanque, avanza en su misión,
blindado por el fuego de un verbo contenido.
Mis rimas son armadas con ecos del pasado,
sus cascos resplandecen con luz de la verdad,
y en cada consonancia, eterna voluntad,
un panzer se despliega, firme y apasionado.
La tinta es artillera, dispara su memoria,
las sílabas se elevan cual humo en el confín,
y al ritmo del poema se escribe nueva historia.
Es guerra lo que vibra en este estro febril,
panzeres en mis versos, invicta trayectoria,
palabras que en lo eterno proclaman su perfil.