Pa’ los hombres sinvergüenzas
Eres un hombre sin rumbo, sin meta,
con boca de oro y promesas de piedra.
Juras, endulzas, te vistes de santo,
pero eres basura, traidor y quebranto.
Eres el rey del engaño barato,
el falso poeta, el gran mentiroso.
Hablas de amores, de fidelidades,
pero en cada esquina tienes a otra enredada.
Tu amor es un chiste contado mil veces,
ya nadie te cree, ni el perro te quiere.
Eres un niño con cuerpo de grande,
jugando a la vida, huyendo del hambre.
Dicen que el karma un día te alcanza,
que todo en la vida tiene su balanza.
Pero yo no espero, me río en tu cara,
porque en esta vida, tú no vales nada.
Sigue en tu mundo de cuentos baratos,
que yo ya me río, vestida de gala.
Porque un hombre como tú, pobre diablo,
no merece más que un adiós con mi espalda.
